Actualmente el malestar emocional y el sufrimiento es cada vez mayor en nuestra sociedad. Debido al ritmo frenético de vida que llevamos cuesta darnos un espacio a nosotros mismos y permitirnos sentirnos mal. Preferimos evitar la tristeza, la rabia o cualquier otra emoción negativa para poder seguir así con nuestras responsabilidades y exigencias del día a día. Sin embargo, esto puede pasar factura y sin darnos cuenta vamos llenando el vaso de todo este malestar, que no nos permitimos hasta que rebosa por si solo o aparece una situación complicada o un problema que lo hacer rebosar.

Es entonces cuando aparecen síntomas psicológicos (ansiedad, depresión, inseguridades, miedos y/o fobias, obsesiones, impulsividad), físicos (enfermedades somáticas relacionadas con este malestar) o relacionales (conflictos de pareja, problemas de comunicación, aislamiento).

Cuando aparecen estos síntomas es muy difícil conseguir manejar la situación por nosotros mismos y es en este momento cuando es necesario pedir ayuda profesional para que el problema no siga empeorando.

 

 “El anhelo de curarnos constituye la mitad de nuestra salud.” Séneca

 

La terapia psicológica es un recurso de gran valor en estas situaciones, para poder ayudar a la persona a entender que sucede, promover cambios que le sirvan para afrontar la situación, mejorar la sintomatología y conseguir mayor bienestar en su vida.

La terapia la llevo a cabo con respeto hacia el sufrimiento de la persona, total confidencialidad y eficacia para resolver su situación de malestar. Agradezco a cada persona la confianza depositada en mí y la valentía para mostrar su dolor. Intento responder con implicación, humildad y respeto.

 

 

Desde la primera sesión, Bea consiguió poner orden a toda una serie de ideas y pensamientos, costumbres y actitudes que había intentado modificar por mis propios medios sin mucho éxito. El proceso que las dos vivimos durante la terapia, lo describo como un trabajo conjunto, sincronizado en el que las dos (como paciente y como profesional) asumimos el mismo grado de compromiso.
María, Bibliotecaria
Conectamos desde el principio, y encontré en la terapia un apoyo vital para el proceso en el que estaba. Me ha ayudado a conocerme a mí misma, quererme y valorarme, saber cómo relacionarme mejor con mi familia, mis amigos y mi pareja. Hemos utilizado varias técnicas que me han servido para entender la depresión y afrontar aquellas situaciones dolorosas que me habían llevado a ese estado.
Cristina, Fisioterapeuta
Acudí a Bea buscando un terapeuta capaz de atender mi angustia como paciente joven en lista de espera para un transplante.
Conecté con ella por su cercanía y en poco tiempo he logrado comprender y transformar muchos estados negativos a los que la enfermedad me había arrastrado en mi relación con los demás.

Gracias.

Eli, Administrativa